El Camino Real al Alto Perú sobrevive en el Norte Cordobés, donde se mantiene intacto en un amplio sector, conservando fragmentos de su paisaje, villas y parajes con sus nombres originarios y numerosos testimonios arquitectónicos. Un regalo de la historia para los cordobeses y por extensión, para los argentinos y latinoamericanos.
Trayecto del Camino Real al Alto Perú. Haz clic en la imagen para ampliarla. |
El trayecto de este camino en tierra cordobesa (zona norte) partía de la ciudad capital y ascendía en línea recta hasta Jesús María y más adelante Los Talas (hoy Sarmiento), y desde este punto, se abría en dos ramales: la línea Del Este o El Bajo, por Las Peñas, San José de la Dormida, hasta llegar a Villa María de Río Seco, para alcanzar Ojo de Agua, en territorio santiagueño, o bien se elegía hacia el flanco izquierdo o nor-oeste, el que llamamos camino Del Alto, que corría por Divisadero o por Macha, ambos breves tramos que conducían a la posta de Inti Huasi, estratégico cruce de caminos: hacia el poniente a Ischilín, Los Algarrobos (hoy Deán Funes) y más arriba a La Rioja y Catamarca o hacia el este a Villa de Tulumba, según las necesidades del viajero.
Desde Inti Huasi se alcanzaba Agua del Rodeo (una casa típica colonial rural que está por desaparecer), Santa Cruz, San Pedro, Piedritas, San Francisco del Chañar, Pozo del Tigre, Navarro y cruzando el límite de Santiago del Estero, los caminantes y arreos descansaban en Portezuelo. A esta última zona se la denominaba Cachi o el Cachi, que en quechua se traduce como "sal".
Ambos itinerarios eran utilizados por igual, por lo que fueron escenarios de nuestra historia desde el momento en que las expediciones anteriores a la fundación de Córdoba (1573) recorrieron estos parajes. Los historiadores señalan que don Jerónimo Luis de Cabrera utilizó el trayecto Sumampa - Villa de María de Río Seco - Jesús María - Córdoba. Esto es el camino Del Bajo, que hoy, con pocas variantes, mantiene la ruta nacional Nº 9 Juan Bautista Alberdi o Panamericana.
Se afirma que existió desde antiguo una comunicación entre los comechingones y sanavirones y que hubo un corredor (camino) entre Ojo de Agua, San Francisco del Chañar, Caminiaga y Quilino.
Las postas o simples hitos señalados en las cartas de viajes están vivos en el paisaje del norte cordobés. En su mayor parte fueron creciendo en pueblos y ciudades, otros, en caminos, resisten al tiempo a través del adobe de sus paredes y sus techos de tejas, y otros techos que se asomaban a este camino que estaba todo el día en movimiento, se borraron en el aire, mientras todo lo que sobrevive de ese ayer riquísimo, espera escuchar de nuevo las voces de otros caminantes.
La Ley Provincial Nº 7812, tiene como finalidad revalorizar este camino y promoverlo a la categoría de circuito turístico. Esta ley, en plena vigencia, está concluyendo el inventario de sus bienes paisajísticos, testimonios arquitectónicos y actividad artesanal, para ofrecer a propios y extraños, una realidad que bien podemos llamar asombrosa.
Mary Pieroni
E-mail: marypieroni@hotmail.com
Ilustración propia.
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