viernes, 4 de octubre de 2013

Los ni-ni de Argentina

Los ni-ni de Argentina

Hace unos días se publicó en algunos medios periodísticos la alarmante cifra de jóvenes que ni estudian ni trabajan en Argentina.

     Nos interesó el tema y es por eso que decidimos compartirlo contigo. Hemos solicitado el permiso a la autora de este blog, Mary Pieroni, para traerte un comentario que, más que interesante, asusta, da miedo... Miedo por nuestro futuro, por el futuro de nuestras familias y el del país como nación.

     Léelo y luego haznos un comentario. También puedes compartirlo con tus familiares y amigos.

     Este es el editorial del martes 24 de septiembre de 2013 (09:23) escrito y leído por el periodista Miguel Cello (1) en su programa "Antes que sea tarde", puesto al aire de lunes a viernes desde la hora 9 por LT10 Radio de la Universidad Nacional del Litoral de la ciudad de Santa Fe, capital de la provincia homónima.

     "Sé que lo más urgente para el ciudadano común es la economía, la inseguridad, el trabajo. Claro y de hecho yo también estoy preocupado por eso, por mi futuro pero sobre todo por el de mis hijos. Pero no debiera ser esa la lógica de nuestros dirigentes, que deberían abordar estas necesidades con más sensatez y seriedad. Eso implica saber de dónde vienen esos problemas y atacar sus causas, aunque en ello expiren sus mandatos y hasta su vida. Sé también que pocos, por no decir nadie, irá con la bandera de la educación como principal propuesta electoral, pero alguna vez nos daremos cuenta que es el origen de todos los males y de todas las soluciones. Mientras abarrotamos las calles de policías, de móviles, de cámaras de seguridad, de rejas en nuestras casas y las comisarías y cárceles se llenan de delincuentes pobres, nadie parece reparar en estos números.

     La calidad educativa en nuestro país va de mal en peor: el 52% de los adolescentes argentinos no comprenden lo que leen y sólo el 44% termina el secundario en tiempo y forma. Pero algunos y especialmente miembros del oficialismo nacional, están muy interesados en bajar la edad de imputabilidad penal de los menores. Es decir, reprimir las consecuencias y no atacar las causas. Hay más, Argentina ocupa el puesto número 7 respecto de su calidad educativa en la región y más del 15 % de los jóvenes integran el grupo "ni, ni”: ni estudian, ni trabajan. Si repasamos las últimas "calificaciones" que obtuvo la Argentina en el grupo de exámenes internacionales que luego permiten construir los índices e indicadores de calidad educativa de todos los países del mundo, los números nos atraviesan como dagas a toda la sociedad.

     Porque las cifras demuestran que la cuestión acerca de la calidad educativa es un desafío urgente e involucra a todos los argentinos y aleja la imagen de la Argentina calificada, que supo ser el país modelo y con la mejor educación de América Latina hace no más de 50 años. La organización ciudadana, el respeto (en todas sus facetas), los roles sociales paradigmáticos (papá, mamá, la maestra, el policía), y el sentido de pertenencia e identidad nacional que existían en ese entonces, se fueron diluyendo hasta ingresar los argentinos en la era de la globalización, tremendamente devaluados en nuestros valores más profundos, sin un proyecto claro y compartido de país, y tan acuciados de problemas que los gobiernos consideran un logro simplemente el superar los conflictos del día a día.

     Más allá de las buenas intenciones, que generalmente quedan sólo plasmadas en el papel pero no en los hechos cotidianos, el tema de la educación como eje de la transformación social, política y moral aún no está instalado como prioritario en nuestra sociedad, ni menos en la agenda de la clase política, salvo honrosas excepciones. Sólo a partir de su consideración como tal, podremos atesorar la esperanza de un futuro mejor para nuestro país y sus habitantes. Por ello, si en plena “Era del Saber” como valor agregado, no incorporamos a la Educación en primerísimo lugar al debate de los males que nos aquejan y cómo salir definitivamente de ellos, no una batalla, la guerra estará perdida".


     También el diario La Voz del Interior de la ciudad de Córdoba se hizo eco de esta información. El pasado sábado 28 de septiembre, en un espacio bastante reducido y poco destacado de su edición en papel, el matutino cordobés titulaba "900 mil jóvenes que no estudian ni trabajan".

     He aquí el texto:

     "Al menos 900 mil jóvenes de 16 a 24 años no estudian ni trabajan en el país, en un contexto nacional de pobreza estructural que afecta al 22 por ciento de la población y de desigualdad social que triplica la que había en la década del setenta. Ese panorama fue trazado por el ex Secretario de Política y Desarrollo de la Nación. El ex funcionario instó, en ese contexto, a "desconcentrar y a re-diseñar los planes sociales de ayuda" que ofrece el Estado nacional, en virtud de que "el 70 por ciento de ellos está en manos de la Nación, el 23 por ciento en el nivel provincial, y sólo el 7 por ciento a cargo de los municipios que son los que saben las necesidades específicamente locales".

     'Tenemos a nivel país por lo menos 900.000 jóvenes que no estudian ni trabajan, la generación ni-ni', planteó Arroyo" (2).


(1) Miguel Adolfo Cello (h) Integró el grupo de periodistas de LRA 14 Radio Nacional de Santa Fe (1983-1989), y desde 1989 desarrolla una interesante labor en LT10, la Radio de la Universidad Nacional del Litoral. Colabora en ediciones del diario vespertino “El Litoral” y en programas de Canal 13 Santa Fe de la Vera Cruz.

(2) Daniel Arroyo, Licenciado, ex ministro de Desarrollo Social de la Provincia de Buenos Aires, ex Secretario de Política y Desarrollo de la Nación, actual presidente de Red Par (Red Prioridades Argentinas).


Fuentes consultadas: lt10digital.com.ar - sepaargentina.com.ar - lavoz.com.ar



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